Siem Reap - Camboya: el esplendor de un gran Imperio
- Analu

- 13 nov 2023
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 13 nov 2023
Un país por conocer, una ciudad para recorrer, unos templos por visitar y una historia por contar…
Esta vez: Camboya, un pequeño país ubicado en el Sudeste Asiático, conocido anteriormente como “Kampuchea”, fue el centro del antiguo y gran Imperio Jemer (Khmer) que dominó el Sudeste Asiático del siglo X al XV y construyó los templos de Angkor, hoy en día símbolo nacional. Su capital: Phnom Penh, una ciudad cargada de un pasado no muy lejano, lleno de violencia, que dejó cicatrices en la población camboyana que se enorgullece de su glorioso pasado como mayor imperio del Sudeste Asiático, pero marcado por el terrible genocidio de los Jemeres Rojos (1975-79) y los numerosos conflictos bélicos que vivió en el siglo XX, que dejaron, entre otros resultados, una población actual en su mayoría joven (sólo el 4.5% es mayor de 64 años).
Así que, sin desconocer la historia y con otro evento deportivo familiar: la “8 Khmer Empire Marathon” ("Octava Maratón del Imperio Jemer” o la Maratón de los Templos), nos dirigimos hacia Siem Reap, el corazón de la histórica región de Angkor, uno de los sitios más turísticos del país, pues alrededor de la ciudad hay cientos de templos que fueron parte esencial de esta grandiosa civilización.
Llegamos a Siem Reap, luego de hacer escala en Singapur pues no hay vuelos directos desde Manila; nos hospedamos en un hotel boutique llamado “Metta, Residence & Spa”, cerca al centro de la ciudad y al área de los templos, así que aprovechando su ubicación, fuimos a visitar el “Pub Street” (también conocido como Calle 8), el centro gastronómico, de bares, clubs y vida nocturna de la ciudad, donde encuentras desde restaurantes locales, puestos callejeros de insectos fritos, hasta grandes tanques donde puedes sumergir tus pies para que los peces te hagan un “masaje”, comiéndose la piel muerta (algo que no me animé a hacer).
La manera más económica y fácil para moverse en la ciudad es en Tuk-tuk, que encuentras disponibles en las calles o puedes contratarlos directamente en el hotel. Así que al día siguiente, fuimos a reclamar el “kit de la carrera” y luego, por recomendación del hotel, a comprar las entradas de los templos, que sólo puede hacerse en taquillas especiales (pues no se venden al ingreso de éstos) y debe hacerse en persona, pues son unipersonales e incluyen una foto del comprador que te la hacen al momento de adquirir las entradas. En la vía, antes del ingreso a los templos, encuentras unos puestos de control donde te piden los pases y te los perforan para controlar tu entrada diaria.
En las zonas rurales y de templos, te piden que sigas siempre los senderos marcados, pues Camboya es el segundo país en el mundo, más afectado por las minas terrestres antipersona, después de Afganistán, incluso cuentan con una Organización que se encarga de entrenar ratas africanas gigantes, para la detección de minas, pues al ser animales de poco peso evitan su activación, ayudando así a que la población de estas zonas pueda recuperar territorios y cultivar de nuevo el campo.
Cuando tienes pocos días y preguntas por recomendaciones para organizar tu recorrido, siempre te hablan de dos itinerarios clásicos para visitar las ruinas y restos arqueológicos en torno a Angkor Wat: el “Big Circuit” (Circuito Grande) y el “Small Circuit” (Circuito Pequeño) que incluye la mayoría de templos “imperdibles” y que recomiendan hacer el primer día.
Angkor Wat, el sitio más emblemático del país, está considerado como la mayor estructura religiosa y uno de los tesoros arqueológicos más importantes del mundo, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1992; es un famoso complejo que consta de más de 100 ruinas de templos en las afueras de la ciudad; Angkor Wat significa “Ciudad de los Templos” en Jemer y no sólo tiene una fachada impresionante, sino que su interior está lleno de galerías, pasillos llenos de relieves con inscripciones sagradas y torres maravillosas. Se construyó en el siglo XII como templo hindú pero con el tiempo acabó siendo templo budista.
Siguiendo con nuestro recorrido, del “Small Circuit”, pasamos a “Ta Prohm Temple” un hermoso templo, donde las enormes raíces de árboles gigantes han crecido sobre las ruinas, dando un encanto de “película”, al punto que sirvió como escenario para el rodaje de la famosa película "Lara Croft: Tomb Raider". Su paisaje de templos antiguos “abandonados”, enredados por raíces de árboles colosales, es bastante encantador.
El Templo de Bayon (Bayon Temple), conocido como el “Templo de las Caras” por sus 216 rostros sonrientes gigantes esculpidos en sus torres; tiene pasillos estrechos que se comunican y conducen a patios pequeños, donde encuentras tallas de escenas de bailes, guerras, caza y pesca en sus paredes, al igual que pequeñas estatuas de Buda. Este es el principal templo dentro de la antigua Ciudad Real fortificada llamada Angkor Thom.
Ese día dimos por terminada nuestra primera ruta y por recomendación del personal del hotel, fuimos a comer a un sitio increíble llamado “Chanrey Tree”, ubicado en una tradicional y restaurada casa jemer, con vista al río Siem Reap para disfrutar de la tradicional cocina camboyana.
Al siguiente día, iniciamos nuestro recorrido visitando el magnifico Templo de Preah Khan, ubicado dentro de los límites del parque arqueológico de Angkor; es uno de los templos más importantes y casi de visita obligada después de Angkor Wat, es un templo más pequeño pero lleno de recintos con hermosas tallas en los dinteles y espacios donde los árboles también se han apoderado de muchas de sus ruinas.
El Neak Pean, el “Templo de las Serpientes Entrelazadas”, al que llegas luego de caminar por un estrecho puente peatonal en madera que te lleva a una pequeña isla, donde encuentras un estanque central y en medio de él, una estructura en forma de torre, en cuya base puedes ver las dos serpientes enroscadas.
De regreso a nuestro hotel, pues acordamos que el día previo a la carrera sería más calmado, fuimos a almorzar a un pequeño pero hermoso restaurante llamado “Spoons Café & Restaurant” en donde además de disfrutar una comida local deliciosa, a un precio bastante económico, nos enteramos que detrás de él, existe la “Organización Spoons Camboya”, que ayuda a jóvenes de escasos recursos a que se vuelvan autosuficientes a través de la educación y capacitación en la industria hotelera y de restaurantes, siendo este el sitio donde los estudiantes pueden aplicar sus aprendizajes en un entorno práctico. El 100% de las ganancias del restaurante son utilizadas para apoyar dicha Organización.
Y ahora sí, a descansar en el hotel, porque se acerca el gran día….
Por recomendación del Equipo Virtual desde Colombia (Umbali) que nuevamente se ha encargado de toda la preparación, planeación de los entrenamientos y todo el trabajo “detrás de bambalinas“, los días previos deben tomarse con calma, no caminar mucho, tener cuidado con la comida y lo más importante: hidratarse bien… así que, nos dedicamos a descansar en el hotel…
Se llega la hora: a las 4:30 am se da la salida oficial y arranca la maratón… el Equipo de Apoyo Emocional, por su parte, esperará a que el maratonista cumpla su recorrido… así que, aprovechando el tiempo, me dirijo hacia la entrada de Angkor Wat y luego de que perforaran mi tiquete, caminé por el largo puente hasta ingresar al templo ayudándome de la linterna del celular, pues tropiezas fácilmente con los escalones que a esa hora no son muy visibles y me dirijo directamente al “estanque de los reflejos” para ver desde allí el más increíble amanecer de mi vida, pues el sol sale justo detrás de las torres del templo y se refleja perfectamente en el agua de los estanques… una imagen que se quedará por siempre en mi mente y en mi corazón!!!
Luego de la salida del sol, y como aún no era momento de regresar al punto de llegada de la carrera, decidí pasear de nuevo por el templo, en medio de sus pasillos, galerías y torres; calculado el tiempo en que el maratonista debería estar llegando a la meta, en medio de una descomunal humedad, que hasta impedía respirar a quienes caminábamos como turistas…
Mientras tanto, el maratonista, pone todo su esfuerzo en terminar la carrera: 42 kilómetros se convierten en eternos cuando tienes una humedad impresionante que no te deja respirar, pone al límite todo tu esfuerzo físico y entregas todo a tu mente para que sea ella quien logre manejar la situación extrema y llegar a la meta…
Terminó la carrera, la emoción final, la conquista de la maratón en un tiempo de 03:58:49, en una posición de 44 entre 172; un poco por encima de lo planeado, pero con el alma llenita de emoción por el reto superado en tan extremas circunstancias….
Como comentarios del evento, mi esposo decía, luego de terminar la carrera, que es una maratón de “caridad” pues los dineros recaudados serán destinados para el Hospital de Maternas de Siem Reap, así que, aunque faltó logística a la hora del cierre de vías, él dice que es un hermoso recorrido entre los templos, por una buena causa…
De regreso al hotel, mientras el maratonista se dispone a descansar, me dirijo a visitar el último templo, antes de regresar a Manila...
Banteay Srei, un pequeño templo hindú en una escala menor que Angkor Wat, ubicado a unos 30 kilómetros del complejo principal; es toda una obra de arte llena de grabados en piedra de color rojizo; que se cree que fue construido por mujeres por la delicadeza de sus esculturas…
Regresamos a casa, con el corazón llenito de emoción, con la satisfacción del deber cumplido, con una nueva maratón completada, con la memoria del amanecer más lindo de mi vida, con recuerdos de templos imponentes de lo que fue un pasado espléndido, en un país que lucha por seguir adelante y dejar su pasado atrás!
Y como siempre digo: felicitaciones amor, un nuevo reto muy bien logrado, muy orgullosa de ti, como siempre!! Te amo!!!















































































Maravilloso viaje, una descripción buenísima de los lugares y experiencias.
Pais hermoso, para conocer.
la descripción de los templos con sus fotografías y la narrativa del paseo hace que recordemos estas regiones tanto como tu con el amanecer de Camboya. Saludos
Espectacular, gracias por acercarnos a otras culturas cargadas de historias maravillosas. Y el maratonista, haciendo historia.
Que lindo viaje! Los extraño montonesss 😘